Crítica de 'Prisoners' (Prisioneros). La crueldad en manos de un reparto sublime

Generalmente para bien o para mal, la publicidad suele afectar a toda decisión de si consumiremos un determinado producto o lo ignoraremos. Inclusive en el arte cinematográfico sucede lo mismo; cuando uno decide ver una película lo suele hace por los anuncios sea en TV, en marquesinas de todo tipo, en el propio teatro o del boca a boca de conocidos. Prisioners (Prisioneros aquí en España) es de aquellas películas dormidas que de la nada o entre la niebla surgen pasito a pasito sin hacer ruido para personalmente posicionarse entre una de las mejores propuestas norteamericanas de lo que queda de año.

La cinta está dirigida por Dennis Villenueve, director de la aclamada Incendies de la cual un servidor se quedo bastante frio. Aquí en cambio redondea no haciendo un trabajo tan personal y llegando a un  público más amplio y general.

Protagonizada por Hugh Jackman (unos de los mejores papeles de su carrera, alejándose como pocas veces de su Wolverine y del cine de comedia o romántico), un sobrio y perfecto Jack Gyllenhaal (para un servidor el preferido de la cinta de lejos) unos secundarios correctos como Viola Davis, Terrance Howard, Paul Dano, Maria Bello y una excepcional como de costumbre Melissa Leo.

Este film ya supuso una sorpresa cuando en el festival Toronto de este año opto junto a 12 años de esclavitud a la mejor película votada por el público. Y aunque no me gusta hablar de predicciones, seguro que ese no será el último premio al que tenga oportunidad de ganar.

Cuando me pongo a escribir una crítica no me gusta desvelar ni siquiera su planteamiento, para ello creo (aunque no lo recomiendo) que existen sinopsis, tráilers, spots en tv e incluso avances de una duración considerable, aunque siempre, igual que para todo en esta vida recomiendo el instinto en su conjunto. Diré que Prisioners se inicia como un drama social de lo más intimista, asfixiante, oscuro y nada esperanzador, del cual avanza hasta el terreno del mejor de los thrilers, siempre con una atmosfera fría, oscura, aterradora, arrolladora, realista, psicológica y llena de tensión constante con tintes casi de cine de terror o de género retratado en todo momento con una forma narrativa exquisita, en la que cuenta unas de esas historias y personajes tan depravados y presos de su mente de la América profunda tal como podrían hacer directores como los hermanos Cohen, recientemente Andrew Dominik o hasta Sam Raimi.

Sorprende que la cinta posee una duración estimable de casi 2 horas y media de metraje y descubrir que el largo no cansa sinó que descansa en todo momento teniendo al espectador enganchado desde el primer segundo de plano al último, alabando cada céntimo gastado que puede valer actualmente una entrada de cine.

Me sorprendió de este trabajo el no saber que estaba viendo en todo momento si una película independiente envuelta en cine comercial o una cinta comercial con aroma a cine Indie, igualmente creo que sea lo que quiera decirnos su autor, sea el que sea su intencionalidad, este tipo de paradojas no cambia el resultado final si has tenido afinidad con el filme en todo momento.

Tal vez con algunos minutos más de celuloide habríamos tenido un final no tan apresurado (aunque el tema no inventa la rueda al fin y al cabo) a mi modo de ver, y aunque en este tipo de productos la idea no suele acompañar, unos añadidos de metraje del director en la versión para su visionado casero sería perfecto.

Como ya he recalcado anteriormente, el trabajo de los actores es sublime, impresionante y  sobretodo visceral salpicando en todo momento al espectador con duras dosis de crudeza y realidad conforme con unas escenas imborrables, fotografía atrapante y un pulso narrativo delicioso en todo momento. Podemos hablar tranquilamente de una cinta dura de ver, tanto por su temática como por su retrato en términos generales. Esta es una de esas incursiones cinematográficas de las que cuando crees que el cine americano Hollywoodiense va perdiendo pulso y se encuentra en declive hacia el acantilado, el cine independiente o de autor le alza la mano para ayudarle a evitar la caída, y así equilibrar la balanza, para dar como resultado final un cine del bueno ...del cual como espectador, te hace agradecer el amor incondicional que uno siente hacia el séptimo arte.

Imprescindible

Calificación 9/10   

Critica de Jordi Sánchez

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