Como Se Hace Una Película De Culto

El 3 de agosto de 1793, Maria Antonieta, princesa real de Hungría y de Bohemia, archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra es puesta a disposición judical ante un Tribunal Revolucionario. Siete meses antes, el 21 de enero de 1973, su marido Luis XVI había sido ejecutado por el pueblo. Durante el proceso, lleno de irregularidades y con una total falta de equidad, se la acusa de traición, espionaje, desfalco, cospiración e incluso de haber incitado a su hijo pequeño, el Delfin Luis Jose de 12 años, a cometer depravados actos sexuales. El 16 de octubre sería condenada a muerte, sentencia que se cumpliría a día siguiente. Maria Antonieta fue guillotinada y su cabeza exhibida por toda la ciudad de Paris como símbolo de la Revolución.


Tan solo 23 años antes de que la chispa del alzamiento revolucionario incendiara toda Europa, una Maria Antonieta adolescente y ensimismada llegaba a Versalles como futura reina de Francia. Son precisamene esos 23 años, los que parecen haber captado la atención de una directora como Sofia Coppola después de recorrer las calles de Tokio en "Lost In Translation" y firmar ese bucólico y duro tratado sobre la adolescencia que supuso su brillante debut con "The Suicide Virgins". En una arriesgada decisión narrativa, Coppola prescinde en su retrato de la reina adolescente del hecho cronológico para concentrarse en el detallismo histórico con desiguales resultados. La salida del hogar paterno, la llegada a Versalles, su incapacidad para acomodarse a una corte detenida en el tiempo y ajena a lo que ocurre en el exterior y por supuesto, sus devaneos amorosos y las frustraciones derivadas de todo matrimonio prematuro y de absoluta conveniencia conforman los primeros retazos de una biografía que huye de los convencionalismos de este tipo de género.

Muchas son las armas con las que Coppola toma distancia. El detallismo con el que recorre las estancias de Versalles, o cada apunte de los vestidos, las pelucas y caretas diseñadas por Milena Canonaro vienen a construir una especie de prisión, escenario único de la decadecia de un continente que contempla impotente como el fulgor de antaño se desvanece ante sus propios ojos. Maria Antonieta como reclusa de esa prisión de lujo se antoja ante los ojos del espectador mas escéptico como un personaje vacio, caprichoso e infantil. Lo mismo se podría decir también del personaje de Luis XVI, retratado como una especie de títere incapaz de ejercer su poder como soberano. Como si lo que Sofia Coppola nos estuviera contando no fuera la biografía de los últimos monarcas de Francia, si no, la historia de dos adolescentes forzados a crecer demasiado deprisa y asumir un rol que los supera y los atrapa, no ya entre los muros de Versalles, si no frente al mundo y a los demás. Si repasamos los dos anteriores trabajos de Sofía Coppola, no será difícil encontrar en este punto, la conexión entre las tres protagonistas de cada una de sus películas.

Cuando "Maria Antonieta" se estrenó en el pasado Festival de Cannes, la prensa especializada la recibió con un histórico abucheo, prolongado hasta la rueda de prensa posterior. Se le echó en cara el despilfarrar un presupuesto de 40 millones de dólares en hablar sobre la desidia, la decadencia y el tedio. Sofia Coppola se defendió como pudo, sin perder los papeles, a sabiendas de que solo la películas que levantan reacciones tan furiosas encuentran también sus defensores mas fervientes. Así ha sido. Mas cercana al Kubrick de "Barry Lyndon" que al género histórico convencional etiquetado con fechas y batallas, Sofia Coppola ha realizado una película que lamentablemente es víctima de su puesta en escena y lo que todavía es peor, se revela incapaz de provocar la mas mínima emoción. Sus males no son sus canciones de moda o su contemplativa y bucólica visión de la corte de Versalles, es el tedio con el que se sucede la narración. Soporífera hasta el exceso, escrita con acento parvulario, dirigida con una ausencia total de estilo y víctima de un indigestivo sentido de la autoría, "Maria Antonieta" es una de las mas escandalosas decepciones del año. Ahora, que sus defensores comiencen a forjar el culto.

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