Todos los festivales de cine deberían ser a la orilla de una Playa
Todos los festivales de cine deberían ser a la orilla de una playa. En el de Almería en Corto, por ejemplo. Ayer se presentaba "AD1954" en la sección oficial de vídeo. Por la mañana estuvimos recogiendo las acreditaciones y formalizando presentaciones. Como regalo de bienvenida nos obsequiaron con un kit sorprendente: bolsa de playa, camiseta del festival y sandalias. También mapas y catálogos y esas cosas, claro. Ayer en Almería se vivía el día mas caluroso de esta primavera. En el resto del país también se soportaron altísimas temperaturas. El verano, que ya está aquí. Un festival de cine a la orilla de la playa, en verano. Suena bien. Por eso, desde aquí, los agradecimientos habituales a la organización, primero por aceptar a "Ad1954", luego por los reglaos, evidentemente. La sesión de cortos fue como en la mayoría de los festivales de cortometrajes, algo tediosa. Se tiene la impresión de estar metido dentro de un gran cajón desastre donde tiene cabida todo. En esta ocasión un documental sobre el oficio de la muerte, un animado sobre el tiempo y la pasta, una reflexión sobre el viaje y la vida, una revisitación del Gran Hermano de Orwell (no de Milá, o sí) y una gracia sobre la corbata de Lorenzo Milá. Pablo me lo decía esta mañana entre sueños. Cuando vas a un festival, nunca te interesa demasiado lo que ponen antes de tu corto. No sé si será exactamente así, pero cuando estás tomando unas cervezas, si es cierto que el tiempo se te pasa volando y a punto estás de no llegar ni a la presentación de tu propio trabajo... menos mal que era el penúltimo en salir.
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