Frágil

Aunque a ratos tienda a identificarse con él, está claro que Juanma Bajo Ulloa odia al protagonista de su última película, "Frágil". David es una actor en la cima de su popularidad a punto de rozar la inmortalidad gracias a una película de gran presupuesto producida, claro está, por el enemigo americano. Atormentado por los pocos escrúpulos que le quedan y que le dicen que lo que está haciendo es una basura, David encuentra en Venus, una jardinera introvertida y enamoradiza, la pureza y la porción de serenidad y sinceridad que David busca desesperadamente en el mundo del cine. Bajo Ulloa, decía, no quiere nada a David por la sencilla razón, de que es en él en quien descarga toda la mierda que salpica el mundillo del entretenimiento. Hasta la elección del actor parece supeditada a crear animadversión hacia éste. Bajo Ulloa no nos cuenta nada nuevo, al menos para mí. Hay visiones mucho mas feroces, mas efectivas y más ácidas sobre el mundo del cine. Hago un mínimo de memoria y encuentro ejemplos estupendos en "Sunset Boulevard" de Billy Wilder, en "The Player" de Robert Altman, en "State and Main" de David Mamet, por hablar de otra película que viene a rodarse en un paradisiaco entorno al que terminan contaminando y destrozando. Lo mas loable de "Frágil" es su empeño de producción. Realizada bajo un estricto secrecto, con actores semi-profesionales y un equipo reducido, producida por el propio director, "Frágil" es un grito de supervivencia, fallido en su resultado formal pero absolutamente necesario dentro de una industria con respiración asistida. Lástima que las ganas de Bajo Ulloa hayan parido una película tan desganada. Aún así, y aún a riesgo de resultar algo chauvinista, reivindico desde aquí, la necesidad de oxigenar nuestra cinematográfia con proyectos tan personales y arriesgados como éstos, aunque el resultado no sea el esperado. Y es que, a pesar de que "Frágil" es una película mala, no lo es más que "Táxi: Derrape Total" y sin lugar a dudas, "Frágil" en su fracaso como narración, esconde el empeño, el universo entero y la inquietud de un cineasta. Si hace un par de post decía que la historia del cine también se podía escribir con las películas que nunca se hicieron, añado ahora a esa hipotética enciclopedia fílmica, la necesaria ración de fracasos que lo hicieron evolucionar.

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