Especial festivales: Crónica del Festival de Sitges 2017: Día 9
Viernes, 13 de octubre
La noche anterior pasó algo y no lo recordamos. Necesitamos dedicar la mañana a descansar y, sobretodo, a elegir sabiamente qué ver en nuestro último día en el festival. Pues por motivos personales omitimos el sábado 14 de nuestra programación, así que hoy es nuestra última oportunidad. Por suerte, y a diferencia de otros días, elegimos bien.
Vemos dos de las mejores participantes dentro de la sección Oficial Fantàstic Competició. Primero, en Retiro, A ghost story (David Lowery, Estados Unidos). Reconocemos que tanto su premisa como su puesta en escena nos produjo algo de rechazo en cuanto supimos acerca de ella. Pero mediante el boca a oreja hemos ido escuchando maravillas, así que le damos una oportunidad. Con la sala con aforo completo vemos, como su título indica, nada más y nada menos que la historia de un fantasma. Chico muere y deja sola a chica (ugh). Mientras ella lidia con la pérdida, él no puede hacer otra cosa que observar. Con un ritmo lento, pausado, fiel a la experiencia de ser un ente impotente, seguimos un triste, sencillo y bonito relato sobre la pérdida y la superación.
Después, en Auditori, vemos Jupiter's moon (Kornél Mundruczó, Hungría y Alemania). Su director recibe, previo a la proyección, el premio Màquina del Temps. Y acto seguido nos brinda una fábula que entrelaza una de nuestras mayores tragedias actuales, la ignorancia de Europa ante las personas sirias que necesitan huir de su país, con un factor fantástico y maravilloso, la habilidad de levitar. Tras una secuencia inicial brutal, tanto por su contenido por su calidad técnica, seguimos a un personaje asqueroso que se aprovecha de los refugiados. Su viaje de cambio y redención comienza cuando se lleva consigo a un joven que acaba de cruzar la frontera y, tras ser tiroteado, puede flotar en el aire. A partir de aquí somos testigos de secuencias bellamente ejecutadas, que representan la maravilla, y de escenas que plasman la hipocresía, la indiferencia o la ignorancia ante la mencionada situación.
Nuestra última película del Sitges 2017 (o Sitges 50, como nos han estado indicando todos estos días) sólo podía ser de una sección: Seven Chances. Lo curioso es que volvemos a tener a Mundruczó presentándonos una obra suya. En esta ocasión, Johanna (Hungría, 2015). El autor traslada a Juana de Arco a la actualidad, en forma de enfermera que ha superado una drogodependencia, y nos narra su historia mediante una ópera. Oscura y sucia pero bella al mismo tiempo, Johanna nos habla acerca de cómo el sistema y la gente alienada mirarán con malos ojos a quienes decidan hacer el bien por su cuenta, saltándose las normas establecidas.
Durante el día de hoy Frank Langella (Dracula (1979), Robot & Frank) ha recibido el Gran Premi Honorífic y Tony Isbert (La saga de los Drácula, Perras callejeras) el Premi Nosferatu. Pese a que hoy dejamos de ver películas, seguimos pendientes de aquellas que no hemos podido ver para tenerlas en cuenta, como How to talk to girls at parties o Brisby bear. Mañana, el palmarés y reflexión sobre esta edición del festival.
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