Especial festivales: Crónica del Festival de Sitges 2017: Día 5
Lunes, 9 de octubre
Tras descansar (sólo un poco, no vaya a ser que nos relajemos) comenzamos la semana volviendo a subir el número de sesiones. Pasamos la mañana en el Auditori del Melià viendo dos películas de sección Oficial Fantàstic Competició. A primera hora, La villana / Ak-Nyeo (Jung Byung-gil, Corea del Sur), que combina tres géneros: acción, drama coreano y thriller. Es indiscutible que el primero es el que mejor lleva, brindándonos secuencias espectaculares en primera y tercera persona con una alta dosis de violencia y movimientos de cámara increíbles. El toque k-drama sorprende porque aparece de golpe, es breve y da un contraste necesario. Sin embargo, la parte thriller flojea considerablemente, pretendiéndonos engañar con giros de guión de manual que hace décadas que caducaron.
Después de que nos de el aire, toca la opera prima Dhogs (Andrés Goteira, España). Dividida en tres partes, las dos primeras siguen a diversos estereotipos a través de un entramado de pequeñas historias. Desde sus primeros planos nos declaran qué vamos a ver y cómo seremos un espectador pasivo más ante la violencia. Su tercer acto subraya innecesariamente la tesis del director. Pese a haber quedado claro qué está ocurriendo realmente en la película, tenemos unos veinte minutos más que lo hacen evidente, cayendo en el error de explicar literalmente lo que se podía deducir mediante sutilezas. Aun así, nos llevamos una sorpresa con esta proyección y apuntamos el nombre de Goteira.
Vamos a Retiro para retomar la sección Anima't con Tehran taboo (Ali Soozandeh, Alemania y Austria). El autor y su equipo se encontraron con una única opción para retratar el machismo opresor que reina en la capital de Irán: rotoscopia animada. Varios personajes cruzan sus caminos mientras sobreviven a las estrictas e injustas leyes iraníes. Un leve humor muy crudo está presente a intervalos mientras el drama y la denuncia social no cesan. Una película necesaria por lo que se atreve a mostrar con naturalidad, sin artificios ni trucos fáciles.
Nos quedamos en Retiro para ver Curvature (Diego Hallivis, Estados Unidos). Poco podemos decir acerca de ésta, pues apostamos por ella creyendo que veríamos más buena ficción científica y nos encontramos un casi telefilme con agujeros de guión y una conclusión previsible desde casi el principio. Parece ser que los viajes en el tiempo han quedado en manos de los pretenciosos que no quieren contar nada.
Terminamos en Prado con la Seven Chances del día: Mansfield 66/67 (P. David Ebersole y Todd Hughes, Estados Unidos y Reino Unido). Los responsables de Room 237 nos muestran su entretenido documental/biopic/musical sobre Janes Mansfield, gran estrella y símbolo sexual de los años cincuenta. A través de siete capítulos sabemos más sobre su persona, inteligente, atrevida y divertida. Y sobre sus coqueteos con Anton LaVey y su Iglesia de Satán. Planteado todo esto, la obra se recrea en las teorías acerca de la muerte de la actriz y sus posibles motivos.
Nos perdemos la ultraviolenta Brawl in cell block 99 (S. Craig Zahler, Estados Unidos), cuya presentación sacude el Auditori con la presencia de Udo Kier y Vince Vaughn.
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