Familia Obliga


No consigo engancharme a ninguna serie de televisión. No se si debería hacérmelo ver por algún médico especializado. Alguien que abra en canal mi cerebro e invetigue mi absoluto desinterés por los seriales de moda mas o menos prestigiosos. Mi desprecio no se ciñe solo a la ficción nacional. Hace unos meses me sorprendí trasnochando los domingos para ver las "Mujeres" que Almodóvar produjo para TVE, pero después de un arranque modélico, estancó su originalidad y derivó en la mueca y la caricatura. Familia obliga y sí, alguna vez he zapeado entre el sensacionalismo de velatorio de "Hospital Central",buque insignia de la infame T5, y la mediocridad de pandereta y muñeca chochona de "Los Hombres de Paco" de A3. Da igual el género en el que se desarrolle la acción; comedia, intriga, drama histórico o pizpireta musical. Con o sin carcajadas enlatadas. La ficción nacional está absolutamente estancada en los mismos patrones, en los mismos giros argumentales, frustrada por los estudios de mercado,los audímetros y la correción política. Fuera de las fronteas la cosa tampoco es muy emocionante. Cuando la HBO estrenó hace ya siete o nueve temporadas "A Dos Metros Bajo Tierra" algo se convulsionó en la pequeña pantalla. Su creador, Alan Ball, ganador de un Oscar por el guión de "American Beauty", llegó a afirmar que la televisión ofrecía entonces un portal de creatividad mas amplio y libre que el cine, ocupado entonces y ahora en dividendos y merchandising. "A Dos metros Bajo Tierra" se convirtió en antecedente de todo lo que se ha hecho en televisión dede entonces. Su cuadro de personajes, suerte de freaks disfuncionales de clase media, su riesgo escénico, su malabarismo sexual, adicciones, incorrecciones, infidelidades, y sobre todo, su amargura vital como antídoto a lo que la ficción televisiva entendía hasta entonces como "american way of life" dinamitaron la idea que Bill Cosby, El Príncipe de Bel Air y las gemelas Olsen nos hicieron tener sobre la familia y sus pequeñas miserias.
Desde entonces en la tele se ha jugado con los géneros (Los Soprano), la gramática (24) o la fotonovela (Mujeres Desesperadas) hasta caer en la reiteración. ¿Cuántas teporadas puede aguantar la úlcera de House su mala leche?. ¿Cuántos años van a estar perdidos en la isla los protagonistas de "Lost"?. ¿Estarán huyendo toda la vida los hermanos de "Prison Break"?. ¿Nunca tendrán un caso inteligible los forenses de cualquiera de las franquicias de C.S.I. e imitaciones como "Bones"?. Precisamente en la imitación sobrevive ahora la ficción española. T5 prepara "R.I.S." con Jose Coronado como suerte de Garrison descafeinado. A3 estrenaba "Quart: El Hombre de Roma" amparado en la nueva ola de series sobrenaturales como "Medium", "Entre Fantasmas" y la novela de aeropuerto ("El Código Da Vinci" y compañía). Precisamente, la serie de mayor audiencia en la televisión nacional es "Yo Soy Bea" y "Cámara Café", ambas de T5, y que no son si no versiones adaptadas al humor patrio de sendos originales (mexicanos y franceses respectivamente).
Este es un blog de cine y no me extiendo mas. Es la primera vez que hablo sobre series de televisión y no lo haré mas entre otras cosas porque, como reconocía al principio, soy incapaz no ya de ser fiel a algún serial,si no de aguantar siquiera un capítulo entero (por las razones antes expuestas). No. Nunca he terminado de ver como resuelve sus casos el Doctor House, o como Carrie Bradshow recuperaba la normalidad 45 minutos después en la soporífera "Sexo En Nueva York".

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