La Épica Del Fracaso

Es significativo que a pesar de tener 8 nominaciones a los Oscars, no haya sido considerada en las categorías ni de Mejor Película ni Mejor Dirección. Puede que el musical siga siendo considerado un género menor, o excesivamente deudor de los escenarios de donde procede, pero el caso es que "Dreamgirls" ha pasado de ser la película del año a la gran olvidada.


Bill Condom es el principal responsable de esto. Autor también del libreto de "Chicago" de Rob Marshall, Condom apuntala la basa dramática de "Dreamgirls" en la noción del fracaso como parte indisoluble de la consecución del éxito. "Dreamgirls" es la historia de un grupo vocal de chicas, las Dreamettes y como alcanzan el estrellato creando un nuevo sonido que hermana en las pistas de baile a blancos y negros dentro del tumultuoso escenario de los Estados Unidos de la década de los setenta. Inspirada en el nacimiento de la Motown y la figura de Diana Ross y The Supremes, "Dreamgirls" escenifica con convicción el manual de instrucciones básico que debe seguir todo artista en su camino hacia el éxito.

Sin embargo como ya apuntaba, Bill Condon parece mucho mas interesado en mostrar el reverso oscuro del éxito una vez alcanzado, que en el brillo efímero de éste (escenificado de forma brillante en ese momento en el que las Dreamettes escuchan sus voces por primera vez en la radio cuando viajan en coche y como conforme se van alejando de la ciudad, se pierde la sintonía con la emisora y dejan rápidamente de sonar). Para escenificar esto, Bill Condon se apoya fundamentalmente en un personaje, el de Effie White, interpretado de forma bestial por Jennifer Hudson. Vocalista original de las Dreamettes, Effie es apartada del grupo cuando se van a dar el gran salto del éxito como las Dreams. Abandonada por su hermano, por sus compañeras y por su amante (del que además queda embarazada), Effie desaparece de la narración, como un fantasma. Como ese rehén del pasado que escondes, recortas de las fotografías, intentas silenciar pero que difícilmente puedes olvidar. Durante el meteórico ascenso de las Dreams en las listas de éxitos ahora con Deena Jones (Beyoncé Knowles) como vocalista, nada sabemos de Effie. No aparece en pantalla, sin embargo está absolutamente presente en la narración, aún sin mencionar si quiera su nombre. Como si Condom nos estuviera diciendo que el éxito está a tan solo unas manzanas del fracaso, del olvido. A esas cuatro manzanas de distancia sobrevive Effie. Sobrevive al suicidio de James "Thunder" Early, estrella venida a menos (interpretado con gracia por Eddie Murphy) y sobrevive también a las manipulaciones y hurtos de unos y otros hasta su esperado "come back" en el concierto final de las Dreams.


A pesar de la negrura de su relato, "Dreamgirls" es no obstante un musical deslumbrante. Desde su puesta en escena, sus coreografías o su cuidado diseño de vestuario y maquillaje. Hasta los antros mas ínfimos o las oficinas de empleo parecen escenarios agradables. Quizás, a la hora de profundizar en el armazón melodramático de la película, ese se su principal lastre. La ausencia de autenticidad, aún tratándose de un género como el musical, perjudica el conjunto dramático de la historia, reduce al estereotipo a personajes fundamentales de la narración como los interpretados por Jamie Foxx y Beyoncé Knowles (que hacen lo que pueden con el material que tienen entre manos) y finalmente resta fidelidad a la historia. Solo pequeños retazos de sincera emotividad persisten entonces, la voz desgarrada de Effie cantando ante un escenario vacio “”And I’m Telling You I’m Not Going”.

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