La Domesticación Del Terror

Cuando Hideo Nakata estrenó la primera parte de "Ringu" en 1998 nadie pudo prever que esa película, en cierto modo, sentaría las bases de un nuevo género dentro del universo del cine de terror. Kevin Wiliamson con sus guiones para "Scream" había protagonizado la enésima resurrección del género pero fue efímera y no trastocó los estándares estéticos y narrativos. Nakata si lo hizo. No solo cambió el imaginario fílmico, también creo nuevos monstruos para la galería y enterró definitivamente a Godzilla (a pesar de los esfuerzos de Roland Emmerich). Precisamente cuando todos dábamos por muerto y enterrado a Godzilla y sucedáneos, llega Joon-Ho Boong y estrena "The Host", la mejor película con monstruo de todos los tiempos según Variety.


La mención a Godzilla no era para nada gratuita. Hasta Nakata y compañía, la pelis de serie B con monstruo mutante y/o radiactivo habian constituido el grueso de la exportación fílmica nipona. Basadas en el modelo catastrofista, las películas con monstruo partían de premisas variopintas (mutaciones genéticas, seres prehistóricos, ensayos atómicos fundamentalmente) para llegar a idénticas conclusiones, a saber: al final de la película el monstruo muere, la ciudad conmienza su reconstrucción y antes del último fundido, un parpadeo, un movimiento violento o un embrión a punto de nacer que perpetúe la saga. Ninguna ciudad como Tokio sabe lo que es tener a una mutación de lagartija gigante sembrando el pánico en sus cales. Tokio fue siempre la ciudad mas afectada por este tipo de mutaciones con malas pulgas que pusieron a prueba el delirante sentido de la perspectiva de maquetistas y fotógrafos. De todo esto, convenientemente readaptado a los tiempos y la mirada de Jonn-Hoo Boong, es consecuencia y homenaje, "The Host".

Boong se mantiene fiel a las claves del género aunque con sustanciosas novedades. La mutación en cuestión es producto de la negligencia de un médico loco y tiene origen viral. Tampoco los héroes, aún construidos sobre el arquetipo tradicional, son los mas espabilados. Parientes lejanos de los Sunshine, son torpes, perezosos y desde luego, no son los mas populares del campus. Precisamente en la disfuncionalidad de sus héroes es donde Boong encuentra el mejor método para deconstruir la estructura del género con monstruo y rebuscar atisbos de genuina originalidad. Boong lo consigue con éxito y aunque su intención última es la de crear un producto de buen entretetenimiento, "The Host" ofrece una interesante reflexión sobre el miedo en una sociedad como la nuestra, salpicada constantemente por el horror. El miedo como prevención y como efectiva arma para la domesticación social. Ahora, que cada uno le ponga al monstruo la cara que quiera.

Rodada con brillante sobridad, sin grandes alardes de cámara pero con una arquitectura fílmica impecable en encuadres y movimientos, Boong dosifica los elementos de un guión magnífico trufado de gags y momentos de patetismo heróico que le sirven la posibilidad de mofarse de lo estragos del género al tiempo que lo revitaliza y reinventa. Ahora que el cine de terror con cintas, maldiciones, gritos y aguas comienza a flaquear (merced a la abusiva reiteración de tópicos, el número de secuelas y sus infuables remakes americanos), ha llegado la hora de que Godzilla abandone el destierro al que le había confinado el fiasco de la versión Emmerch y campe a sus anchas por las calles del Tokio de Sofia Coppola. Que placer.

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