"Robin Hood" inaugura el Festival de Cannes nº63

Un festival 2010 que se sitúa bajo el doble signo del glamour de las estrellas que pisan la alfombra roja y de una selección oficial que presenta lo mejor del cine de autor procedente del mundo entero.La competición propiamente dicha empieza el jueves con la proyección de la primera de las tres películas francesas en competición : « Tournée » de Mathieu Amalric. En total son 19 los largometrajes que compiten para la Palma de oro, pues en la recta final fue seleccionada « Irish route » del británico Ken Loach. El veterano cineasta británico Ridley Scott revista la leyenda del príncipe de los pobres Robin Hood con una superproducción hollywoodense de la Universal que incluye numerosas escenas de acción filmadas con brío, evitando los caminos ya trillados en el cine por la leyenda. El guión se centra de hecho en el origen o nacimiento del bandido del bosque de Sherwood, y la película termina ahí donde solían empezar las otras, cuando es traicionado y declarado fuera de la ley por el despiadado Juan sin tierra, Robin se echa al bosque para defender a los pobres. Una legendaria batalla entre los nobles ingleses y la tentativa de invasión francesa de la isla británica constituye uno de los momentos fuertes de esta película de aventuras, o de espadas como decíamos de pequeños. Un bello espectáculo que incluye historia de amor, acción , emoción y algunas notas de humor para servirnos esa leyenda universal, contra la tiranía, del que quita al rico para dar al pobre, y que llama al pueblo a no ser corderos sino leones, utopía que vistos los tiempos de crisis que corren, sigue siendo de agradecer. Un prestigioso reparto sirve la película junto a los dos actores australianos protagonistas Rusell Crowe y Cate Blanchet, entre ellos Max Von Sydow y William Hurt. Un solo bemol a esta original mirada de Ridley Scott sobre Robin Hood, que ganaría con media hora menos en su metraje. Con respecto a los clásicos del género, hoy en día Hollywood ha ganado en realismo al filmar batallas y acción, y también en rigor histórico en la dirección artística, pero con la modernidad y los efectos especiales ese cine de aventuras ha perdido a mi juicio la belleza que le otorgaba antaño el cinemascope y el technicolor.