Tiene una fotografía preciosa
Trabajar en unos multicines te brinda la oportunidad de intercambiar comentarios y opiniones con mil y un tipos diferentes. La corrección me obliga a seguir el dictado del cliente de modo que cuando a la salida le pregunto a tal o cual por lo que le pareció "El Aviador" por ejemplo, corroboro la opinión: "Es una película estupenda" a lo que respondo "Scorsese es un gran maestro" o "Es demasiado lenta, incluso me he dormido" lo que me provoca una tímida risa y un "Scorsese ya no es lo que era". Raramente, de vez en cuando encuentras a alguien que sabe lo que ha ido a ver. Este fin de semana sin ir mas lejos, me encontré con una chica que me preguntaba por el pasillo si podía cambiarse de sala. Había sacado su entrada para ver "Ray" pero al entrar en la sala, no le había gustado la disposición de las butacas. Decía que si no había inconveniente en meterse a ver "La Casa de las dagas voladoras", en una sala pequeña con un aforo para ciento cincuenta personas y de perfecta forma cuadrada. Sus comentarios despertaron mi curiosidad, amen de que la chica en cuestión, era muy atractiva, parecía algo desequilibrada y estaba sola. La esperé a conciencia a la salida para preguntarle por la película. La chica esperó a que saliera toda la gente, luego, lentamente, se calzó unos larguísimas botas y finalmente salió de sala todavía con la película en títulos de crédito. En cuanto me vió fué a mi encuentro. Me confesó entonces la película le había encantado y que no se había dado cuenta hasta los primeros títulos del final que era de uno de sus directores favoritos: Zhang Yimou. "Estoy de suerte -pensé, una chica que conoce a Zhang Yimou". Enseguida atropellé la conversación comentando cosas sobre sus primeros trabajos, sobre "Sorgo Rojo" y "Vivir" pero la cara de extrañeza de la chica me frenó. Ella había visto "El Camino a Casa" o "Keep Cool" pero no tenía ni idea de que hubiera hecho una película como "La Linterna Roja". Ahí acabó todo. Nos despedimos rápidamente. Fuera llovía muchísimo y rápidamente desapareció. Que la gente conozca a Zhang Yimou por "Hero" o "La Casa de las dagas voladoras" es dolorosamente injusto. Incluso cuando esa ignorancia viene de una chica tan hermosa. En fin. Todo esto viene a cuento de que hoy he visto "La casa de las dagas voladoras" y me he sentido algo decepcionado. Yimou sigue empeñado en mostrarnos un espectáculo de un preciosismo visual directamente proporcionado a su falta de argumentos. La belleza plástica de sus postales panorámicas y su brillante juego de colores contrasta con el esquematismo de su narrativa y lo estereotipado de sus protagonistas. Suele pasar. Mañana, cuando me preguntén por la película, me ceñiré al guión: "Tiene una fotografía preciosa".
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