Perdido por los huesos que no tiene Elastic Girl
Ver a Pablo, todo desaliñado, barba de varias semanas, en plena resaca, dentro de una sala atestada de niños y niñas espectantes ante el último estreno Disney es una de esas situaciones que salpican la vida de un delirante surrealismo. Nos sentamos, obligados por la marea de chiquillos, sobre la cuarta fila. Estamos solos en esa fila. Por delante de nosotros dos hermanos, muy discretos, que sorben Coca-Cola. De repente, como una estampida, llegan seis pequeños monstruitos que copan nuestra fila, acompañados de dos adultos. Pablo comenta que algo sobre un campo de batalla, yo me acuerdo de "Matinee" y sus plateas ruidosas. La película es "Los Increíbles", que dirige Brad Bird para la Pixar. Brad Bird, que ya había dirigido la excelente "El Gigante de Hierro" prescinde en lo que puede de los cánones que marca la casa para construir un film muy personal que bebe sus influencias en los tebeos y películas de serie B de los cincuenta y sesenta, que continúa la estética de su primer film, pero ahondando en un nuevo realismo dentro del mundo del 3d. La película es entretenida, aunque la jauría de enfants terribles parece algo amodorrada, seguramente por la larga duración de la película y su importante contenido dramático. A los mayores la peli nos gusta. A Pablo, que cuenta como nadie la odisea de Elmo en el País de los Gruñones cuando éste pierde su mantita por una alcantarilla, le gusta, evidentemente, el personaje del villano, Síndrome. Yo me quedo con Elastic Girl, a pesar de que me asusta cuando hace esas cosas con su cuerpo y se combierte en lancha fuera borda o improvisado paracaidas. Sin embargo, pienso para mí, las posibilidades de una chica sin huesos, son infinitas.
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