¿Y si Ricardo Boffil Hubiera Arrasado En La Taquilla?

Después de cuatro horas de gala de los Goyas, los seres humanos comienzan a reaccionar y a volver ser normales. Los efectos secundarios de la gala escrita y dirigida por Fernando Mendez-Leite han sido numerosos y variados. Antonio Resines hablaba esta misma noche en "Noche H" de Cuatro, que la gala es una excusa, un trámite, para que la gente vea y hable de cine español. Eso estaría genial, pero por lo menos, deberían intentar que hablaran bien. Después de lo del domingo, todo el mundo habla de los Goyas (lo estarán haciendo hasta dentro de dos o tres días) pero con sorna.Si alguien consigue acercarse al cine donde proyecten la cinta ganadora, "La Vida Secreta De Las Palabras", después de ver a su directora en la entrega de los Goyas, posiblemente será jaleado por la muchedumbre. Me imagino a ese espectador anónimo, motivado por los 4 premios conseguidos (léase con con ironía), ataviado con gabardina gris, gafas de sol y sobrero caido sacando su entrada con la débil esperanza de que nadie le reconozca. Sería mucho menos embarazoso (y definitivamente mucho mas excitante) entrar en una sala X donde ponen esas pelis cochinas. Al menos, igual de obscenas son ambos trabajos. Los de Coixet por su exhibicionismo emocional y las películas pornográficas por lo explícito de sus primeros planos. Yo, desde el anonimato que siempre te brinda la red (hasta que Bush promulgue una ley al respecto), me descargaré "La Vida Secreta De Las Palabras" del e-Mule. Puede que la calidad de la proyección no sea la mejor, pero al menos mi imagen quedará ilesa, todo lo contrario que la imagen exhibida por el cine español en ese XX aniversario.
Lo mejor en cualquier caso de los Goyas es, en primer lugar, que ya han pasado y en segundo lugar, que esta mañana nos desayunábamos,no con el palmarés oficial, si no con los ganadores de los Premios Godoy a lo peor del cine español del año. Algunos de los nominados de verdad, compartían candidatura en los Godoy (como Javier Cámara o Verónica Sánchez). La película de Ricardo Boffil, "Hot Milk" ha arrasado con 8 galardones, igualando de este modo el record que instauró el pasado año el falso documental "FBI: Frikies Buscan Incordiar" del incombustible y amanerado Javier Cárdenas. Santiago Segura fue el peor actor del año (y de los que vengan). Segura es sin duda, el eslabón perdido del cine español: ese punto de hipocresía y fantasía que todavía lo mantiene en pie. Segura, aferrado a su taquilla inapelable puede presumir de presentador de Goyas (e incluso de ser poseedor de 3 asombrosas estatuillas), sin embargo al pobre de Boffil, ni los restos. ¿Qué hubiera ocurrido si "Hot Milk" hubiese arrasado en la taquilla?.

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