24 de Julio
Enrique me hace una llamada a las diez y veinticinco. Estoy cepillándome los dientes. Bajo las escaleras de modo automático, monto en el coche enfundado en las gafas de sol que alguién olvidó en la barra del bar del cine y Enrique comienza a comentarme algo sobre una película de Joecl Schumacher y acto seguido afirma rotundo que Oliver Platt es un impecable secundario. Le doy la razón mientras carraspeo y le recuerdo que siempre ha sido el inmejorable amigo del protagonista. Él menciona a "Tiempo de matar", también de Schumacher (se ve que a Enrique le pone) y yo a esas horas de la mañana, sólo le puedo mencionar el bodrio de Adrian Lyne, "Una proposición indencente". Todo esto, toda esta historia a bordo de un Fiat Uno a punto de descomponerse en piezas, fue camino de la ciudad, dondo cada principio de mes, Enrique y yo nos acercamos a cobrar nuestro sueldo como trabajadores de los Minicines. Hoy además es mi día libre pero todo se pone en mi contra; tardamos unos cuarenta y cinco minutos en aparcar (para después descubrir una multa por estacionamiento en zona reservada), cuando llegamos a la oficina Willy nos dice que Fabián ha salido y lo esperamos durante otros cuarenta minutos (que invertimos en tomar un zumo de naranja y un café con leche Enrique. Enrique afirma que el zumo de naranja que tomo no es natural, a pesar de su aspecto. Se basa en su experiencia como camarero de un hotel de lujo y después de sus axplicaciones termino creyéndomelo y notando cierto sabor agrio que lo delata). Una hora y media después salimos de la ciudad, algo quemados pero con un suculento cheque en la cartera. Puede que sea nuestro penúltimo cheque. Nuestro contrato acaba el próximo 24 de julio y aunque nuestra conducta haya sido en todo momento absolutamente profesional, no sabemos que ocurrirá ese día. Sondeamos a Fabián que no sabe nada. A Enrique, que cuenta los días de los dos años y medio que le quedan para solicitar la jubilación anticipada por una extraña enfermedad degenerativa que tiene, le puede la incertidumbre y lleva semanas pensando en el 24 de julio. Yo, miro un poco mas allá.
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