Con mi Espada Láser imaginaria

A la salida de "La Vengaza de los Sith", la última entrega de "La Guerra de las Galaxias" por si alguien ha estado metido en agujero las últimas semanas (o en una cabaña en un cerro remoto de Asturias) y no se enteró, mi sobrino de 8 años afirmaba con descaro que él quería ser como Darth Vader. No sé en lo que ha fallado George Lucas para que los espectadores de su última artefacto cinematográfico quieran ser el villano de la función y no ninguno de los sufridos en íntegros Jedis. Vamos a echarle la culpa a este extraño planeta a la deriva, que tan poco tiene que ver con aquel que asistía,perplejo, al estreno de la primera entrega de la saga allá por 1977. A mi sobrino, que se ha tragado las dos horas y media de película sin muchos problemas (al menos hasta que tenía un cubo lleno de palomitas entre las piernas), le ha gustado bastante la película. A mí también, la verdad. De igual modo que una película de Michael Haneke, Abbas Kiarostami o Theo Angelopulos se construye también con los impresiones con las que la analizas a la salida, con "La Venganza de los Sith" sabes que la película funciona cuando a la salida de la sala, comienzas a jugar con tu sobrino y tu espada láser imaginaria. Así hemos estado un buen rato. Cada vez que entrábamos a una tienda con puertas automáticas, él fingía que las abría con el poder de la Fuerza y yo me mostraba perplejo y divertido. Ha sido una tarde estupenda, aunque me haya tocado jugar con el papel de Jedi. La próxima vez me pido al Senador Palppatine, eso seguro. A última hora hemos entrado en una de las franquicias que PC City tiene desplegadas por todo el país a comprar unas etiquetas para CDs y un Scanner. El número uno de los video juegos esta semana es, claro está, "La Venganza de los Sith". Aunque mi sobrino ha insistido de forma especial en me gastara 59.99 € para que se lo comprara, me he resistido. Todo había ido estupendamente hasta ese momento. ¿Para qué necesito un video juego cuando tengo mi espada láser imaginaria?.

Comments