King Kong Sigue Encaramado Al Empire State

El 2 de Marzo de de 1933 se estrenaba en Nueva York una de las mas míticas películas de la historia del cine, "King Kong". Dirigida por dos mercenarios como Ernset B. Schoedsack y Merian C. Cooper, "KK" se ha convertido desde el mismo día de su estreno en una referencia generacional imprescindible para todo aquel que ha aprendido a amar todo esto del cine sin saberlo. Es decir, que has llegado a apasionarte por algo sin necesidad de saber necesariamente lo que es un plano americano. Mi primer toma de contacto con el gorila gigante se remonta a un VHS John Player Special que preparé con sumo cuidado; recortando la reseña de cuatro estrellas en el Fotogramas & Video de 1989 publicó, pegando con Imedio el póster, escribiendo con faltas de ortografía el nombre de Scho(e)dsack. Desde esa madrugada del miércoles diez de mayo de 1989 (lo tengo tan claro porque feché el VHS) estoy enganchado al Fay Wray, primero, a Jessica Lange después, incluso con Linda Hamilton y como no, con Naomi Watts, musa del simio digitalizado de Peter Jackson.

75 años no son nada y a pesar de colorear sus fotogramas, a pesar de los avances de los efectos especiales, a pesar de que ahora sus rubias son mas neumáticas, mas guerreras, pero también mas inhibidas (que Fay Wray que hasta se atrevía a nadar en bolas en los fotogramas en blanco y negro del King Kong original), a pesar de los efectos de sonido y a pesar, en fin, del analfabetismo de lo que se mal entiende hoy día por cine de entretenimiento (merced a Michael Bay, Jerry Bruckheimer y demás esbirros del mal) la magia que rodea el mito de Kong. La mía, desde mis 14 años, se mantiene intacta.

Kong ha sobrevivo a los excesos horteras de Dino DeLaurentis, a pesar de su visionario acento ecologista gracias sobre todo a las transparencias de Jessica Lange y gracias también al esfuerzo de Peter Jackson que reconoció enamorarse de todo esto del cine, cuando a los nueve años vio por primera vez la cinta de Schoedsack y Cooper.

Felíz Cumpleaños, Kong, aunque sea con retraso. Catarros, elecciones y trabajo me impidieron hacerlo antes.