Los 300 Del Telediario

Durante la Segunda Guerra Mundial el aparato propagandístico nazi utilizó la gesta de Leónidas en las Termópilas como ejemplo de lo que sería Stalingrado. A lo largo de la historia, héroes y villanos han utilizado la hazaña espartana a su antojo como ilustración de lo que deberíamos entender como la belleza de la contienda y el sacrificio final que ésta conlleva. La contienda como gesta que nunca acaba y que tiene su eco en los cuadernos de Historia. Vamos a perder esta batalla, si, pero haremos que nadie se olvide jamás de que caímos en este lugar. Marcar con una X el lugar. Subrayar en los apuntes la fecha exacta. Los nazis asimilaron el rigor del entrenamiento espartano, la exigencia de su sacrificio y sobre todo, la parafernalia bélica con la que alimentó y fascinó a toda Alemania. Bien, pues algo de todo eso (fascinación, fanfarria, puesta en escena) subyace en la visión que Zack Snyder ha realizado de "300" a partir de la obra gráfica de Frank Miller, inspirada a su vez en la batalla que Leónidas y sus 300 espartanos libraron hace unos 2500 años.
Frank Miller quedó mas que contento con la fidelidad con la que su obra de culto, "Sin City" fue adaptada por Robert Rodríguez gracias a la pantalla verde. La crítica ya entonces juzgó con frialdad el experimento, alabando los logros formales de la película pero remarcando la distinción entre los soportes, el cómic y el celuloide, y como lo que en uno puede funcionar a la perfección en el otro puede no hacerlo. Consciente de los pros y contras, Zack Snyder a la hora de adaptar una nueva obra de Miller, "300", ha dado un paso mas allá. Ha ajustado las duraciones de sus ilustraciones, forzando el montaje y reduciendo en buena medida la caricaturización de sus protagonistas dotándolos de cierta humanidad. El resultado a simple vista es excepcional.

A parte de descubrir al homosexual que todo hombre lleva dentro, como diría un colega, "300" es un entretenimiento de facturación impecable realizado con una fidelidad extrema que no obstante, no le impide respirar por si solo. Snyder construye cada pieza de la batalla con extrema delicadeza, dosifica las arengas y desdramatiza como puede. El resto es carnicería.
Y menuda carnicería. Snyder no escatima sangre, como tampoco lo hizo en "Dawn of the dead", sin embargo su violencia es inofensiva en tanto se aleja de cualquier atisbo de realismo. No es realismo lo que pretende Snyder (y si así fuera su fracaso sería espectacular). Pretende conmocionar. Lamentablemente, a la hora de conectar con el espectador Synder confunde estruendo con comunicación. A pesar de los decibelios de su espantosa banda sonora, el fervor belicista de su Leónidas y su montaje sincopado y abrumadoramente agresivo, "300" es una película acartonada, desprovista de cualquier atisbo de aliento (o desaliento) y decididamente aburrida (en cuanto a reiterativa). No juega Snyder nunca las bazas de su fatalismo, muy al contrario trufa su discurso de un triunfalismo infantil que nunca termina de funcionar. El enemigo, desdibujado y caricaturizado nunca imprime el temor del que hablan sus soldados.

Finalmente, a pesar de su etiquetado de dibujo animado, el espectador no puedo por menos que hartarse de su belicismo de parvulario que muchos pueden malentender. No esta el horno como para mal interpretar discursos. Frente a las guerras de verdad que se libran cada sobremesa en los telediarios y en las que mueren cientos de personas, el trabajo de Miller y Snyder se antoja ridículo y desde luego, absolutamente alejado de la auténtica y única verdad de toda contienda: el dolor.

Comments

  1. Anonymous10:38 AM

    hi, new to the site, thanks.

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