La Naríz de Mentira de Terry Gilliam

A punto estuvo de cancelarlo todo por una naríz de mentira. La anécdota trascendió del rodaje, tumultuoso como todos los rodajes de Terry Gilliam, de "El Secreto de los Hermanos Grimm". Siete años después de dirigir "Fear And Loathing In Las Vegas" y abortar "The Man Who Killed Don Quixote" Gilliam se empeñó en ponerle un prótesis nasal a Matt Damon, uno de los hermanos Grimm de su última película cosa que los ejecutivos de Miramax, los amigos Wenstein, no permitieron. ¿De qué sirve tener una estrella en el reparto de tu producción si nadie lo va a reconocer?. ¿Acaso la gente acude en masa a ver una película de Tom Cruise por sus dotes interpretativas, o lo hace movida por su presencia?. En cualquier caso es una inversión y como tal, hay que protegerla de las narices de goma. Gilliam sin embargo siempre ha llevado la suya puesta. La naríz que te protege de especuladores, peces gordos, triunfadores en general. Gilliam sabe bien lo que es tener una película en la nevera, lo que es verse superado por los acontecimientos. Su última película es una película para niños. Como también lo era "Las Aventuras del Barón Munchausen" pero menos sofisticada. En mi día libre ejercí de tito ejemplar llevando a mis sobrinos a ver "El Secreto de los Hermanos Grimm". Ellos mismos me lo pidieron, justo cuando yo creía que tendría que tragarme la nueva película de "Doraemon, el gato cósmico". Luego, en la sala, viendo a Jonathan Pryce ejerciendo de francés recalcitrante caí en la cuenta de que estaba viendo una película de Terry Gilliam con mis sobrinos de catorce y nueve años. Todo se enrareció entonces; porque, a pesar de "El Secreto de los Hermanos Grimm" no es la mejor película de Gilliam (ni tan siquiera es una gran película), si que tiene algo de retorcido, algo de reverso oscuro. Supongo que será la naríz de broma, que Matt Damon finalmente no llevó pero que sí se puso Gilliam.