Bergman Para Contrarestar a Batman

El experimento de colocar fotografías ha salido bien. Me gusta. Por cierto, la fotografía del blog "24 de Julio" está tomada desde la cabina de proyección y es la sala 3. Desde el sábado proyectamos "Life Aquatic". La fotografía la tomé ayer mismo. Hoy, como comentaba un post mas abajo, he librado. De entre todos los millones de cosas que se pueden hacer en un día libre (bucear, ir a las rebajas, escuchar a Antony And The Johnsons hasta odiarlo, visitar al podólogo, escribir cartas a Berta) yo he ido al cine. Vamos a echarle la culpa al verano, aunque en realidad la culpa es de Antonio Gasset y de mi sobrino de ocho años. El primero por darle un 9 a "Batman Begins" y el segundo por utilizar trucos infalibles para su edad. La verdad es que a pesar de Katie Holmes nunca me apeteció volver a ver una película de Batman. Se me ocurrieron mil razones para no hacerlo pero no se porqué siempre se nubla el día que libro. Cristopher Nolan heredó del terrible Joel Schumacher un Batman en leotardos, algo amanerado y decididamente decadente. Su labor principal consistía entonces en hacer olvidar que antes existió Val Kilmer. Nolan, habituado a jugar con los tiempos verbales conjuga con precisión momentos de la infancia de Bruce Wayne con instantes de una adolescencia atormentada, el posterior entretanamiento y su presente contínuo como super héroe. Lo hace como si no fuera una película de acción, es decir, con diálogos bien construidos, apoyándose en actores de carisma como Gary Oldman, Michael Caine o Tom Wilkinson por citar a los mejores. Nolan se ha alejado ha conciencia de los modelos que propusieron Tim Burton o Joel Schumacher para construir un drama épico de tintes hiper realistas, a pesar de la fanfarria y la puesta en escena. Sí, ya se que estoy hablando de una película protagonizada por un tipo enmascarado con orejas de goma y ojos pintados pero es que durante los ciento cuarenta largos minutos que dura la película, no me he aburrido ni un solo instante (peor, mi sobrino de ocho años a penas ha parpadeado) y lo que es mas extraño, no me sentido estúpido por ello. Algo es algo. Mañana prometo hacer los deberes y ver algo de Bergman, para contrarestar (o quizá no tanto).

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